¿Qué es el método Pikler y en qué consiste?

En el mundo de la crianza y la educación infantil, el enfoque Pikler está ganado muchas atención y reconocimiento a nivel mundial. Se trata de un enfoque revolucionario que se basa en el respeto, la autonomía y el desarrollo integral de los niños.

¿Quieres saber más sobre qué es el método Pikler y en qué consiste? En este artículo profundizaremos en esta metodología educativa, analizando sus principales fundamentos y cómo puede ayudar a mejorar el desarrollo de los niños y niñas desde una edad temprana.

Fundamentos y principios de la pedagogía Pikler

El método Pikler recibe su nombre de la Dra. Emmi Pikler, quien dedicó su vida al estudio del desarrollo infantil. Basado en observaciones detalladas de bebés y niños, su enfoque subraya que los niños, desde su nacimiento, son seres activos y competentes, capaces de autorregularse y aprender a su propio ritmo.

Conociendo a Emmi Pikler

Emmi Pikler (1902-1984) fue una pediatra húngara nacida en Viena, que desarrolló un enfoque innovador en el cuidado y la educación infantil, conocido como el método Pikler. Tras estudiar medicina en Viena y especializarse en pediatría, en los años 40 se muda a Budapest para dirigir la Casa-Cuna Lóczy de Budapest (actual Instituto Pikler). Se trataba de un hogar para niños privados de sus padres (no necesariamente huérfanos), donde implementó sus ideas sobre la importancia del libre movimiento, la relación afectiva y respetuosa, y un entorno adecuado para el desarrollo infantil.

Pikler observó que muchos huérfanos sufrían de carencias afectivas severas y podían desarrollar el 'síndrome del hospitalismo', caracterizado por retrasos en el desarrollo y problemas emocionales debido a la falta de atención y afecto. Ella demostró que, al proporcionar un cuidado cálido y respetuoso, los niños podían superar estas dificultades y desarrollarse de manera saludable. Su método, basado en estos principios, ha influido significativamente en la pedagogía y la atención infantil a nivel mundial, y su legado perdura a través del Instituto Pikler-Lóczy en Budapest.

Conoce más sobre Emmi Pikler y el Instituto Pikler Lóczy.

Aunque tradicionalmente las formas de educar y criar a los bebés han estado basadas en la sobre protección, Pikler creía que la autonomía era una pieza clave en su crecimiento. Durante la infancia, el movimiento es una de las necesidades básicas de los niños, que les permite descubrir, explorar, aprender... Y es el movimiento libre, aquel que elige el bebé por sí mismo sin la interacción de un adulto, la mejor forma de fomentar su desarrollo psicomotriz.

Esta pedagogía Pikler se basa en tres pilares clave, que te contamos a continuación:

Libre movimiento y juego autónomo

El principio de libre movimiento y juego autónomo es fundamental en la pedagogía Pikler. Este enfoque sostiene que los niños deben tener la libertad de moverse y jugar a su propio ritmo sin la intervención constante de los adultos. La creencia es que los niños son capaces de descubrir y desarrollar sus propias habilidades motoras y cognitivas de manera natural.

  • Desarrollo motor: Los niños, desde una edad muy temprana, deben tener la libertad de moverse sin restricciones, lo que les permite desarrollar sus habilidades motoras de manera progresiva. Por ejemplo, un bebé que tiene la oportunidad de rodar, arrastrarse, gatear y finalmente caminar sin ser colocado en posiciones que no puede alcanzar por sí mismo (como sentarlo cuando no puede sentarse solo) desarrollará su coordinación y fuerza de manera óptima.
  • Juego autónomo: El juego autónomo permite a los niños explorar su entorno y sus propios intereses sin la dirección constante de los adultos. Esto fomenta la creatividad, la resolución de problemas y la independencia. En lugar de proporcionar juguetes específicos con instrucciones, se ofrecen objetos sencillos que pueden ser utilizados de múltiples maneras, lo que estimula la imaginación del niño.

“Es esencial que el niño descubra por sí mismo. Si le ayudamos a solucionar todas sus tareas, le quitamos lo más importante para su desarrollo mental”, decía Emmi Pikler.

Relación afectiva y respetuosa

Dejar que un niño se mueva libremente no significa no tener contacto con él. De hecho, esta pedagogía defiende la importancia de un apego afectivo como base. Esta relación debe estar basada en el respeto mutuo, la empatía y una comunicación sincera.

  • Vínculo seguro: La creación de un vínculo seguro y confiable es crucial para el bienestar emocional del niño. Los adultos deben ser sensibles a las señales y necesidades del niño, respondiendo de manera consistente y cariñosa. Esto ayuda a los niños a desarrollar un sentido de seguridad y confianza en sus cuidadores y en sí mismos.
  • Respeto por el ritmo individual: Cada niño tiene su propio ritmo de desarrollo y sus propias necesidades. Los adultos deben respetar estos ritmos, evitando comparaciones y presiones. Por ejemplo, en lugar de forzar a un niño a aprender a caminar antes de que esté listo, se le permite desarrollarse a su propio ritmo.
  • Interacciones respetuosas: La comunicación y las interacciones deben ser siempre respetuosas, considerando al niño como una persona completa y digna de respeto. Esto incluye hablarle de manera respetuosa, explicar lo que se está haciendo (como cambiar un pañal) y pedir su colaboración cuando sea posible.

El papel de los adultos (ya sean padres, familiares, profesores o cuidadores), debe desempeñarse como el de observadores activos. Pueden ejerce de acompañantes con la finalidad de garantizar su seguridad, pero sin dirigir sus pasos.

Entorno adecuado

El entorno en el que se desenvuelve el niño es crucial para su desarrollo. En la pedagogía Pikler, se pone un gran énfasis en crear un espacio que sea seguro, ordenado y estimulante.

  • Seguridad: El entorno debe ser seguro para que el niño pueda explorar libremente sin riesgo de hacerse daño. Esto implica tener un espacio sin peligros y con materiales y juguetes adecuados para su edad y etapa de desarrollo.
  • Orden y simplicidad: Un entorno ordenado y no sobrecargado de estímulos permite que el niño se concentre mejor y explore a su ritmo. Demasiados juguetes o estímulos pueden ser abrumadores y distraer al niño de sus propias iniciativas.
  • Materiales y juguetes adecuados: Los materiales y juguetes deben ser simples, naturales y adecuados para fomentar el juego autónomo y la exploración. Juguetes como bloques de madera, aros y telas permiten múltiples usos y promueven la creatividad y la imaginación del niño.

Beneficios del método Pikler

Ahora que ya conocemos los principios básicos que sostienen dicha medodología, podemos sacar conclusiones de los beneficios que conlleva. Entre ellos destacamos:

  • Desarrollo motor óptimo: El libre movimiento permite que los niños desarrollen sus habilidades motoras de manera natural y progresiva, fortaleciendo su coordinación, equilibrio y fuerza muscular.
  • Fomento de la autonomía: Al permitir que los niños exploren y jueguen de manera autónoma, se les ayuda a desarrollar independencia y autoconfianza, habilidades cruciales para su desarrollo futuro.
  • Mejora de la autoestima: La libertad de movimiento y la capacidad de resolver problemas por sí mismos aumentan la autoestima de los niños, ya que sienten que tienen control sobre su entorno y sus acciones.
  • Desarrollo emocional saludable: Una relación afectiva y respetuosa con los cuidadores crea un vínculo seguro, lo que es esencial para el desarrollo emocional. Los niños se sienten valorados, comprendidos y seguros, lo que favorece su bienestar emocional.
  • Habilidades sociales: Al respetar el ritmo y las necesidades de cada niño, se fomenta el respeto y la empatía hacia los demás. Los niños aprenden a interactuar de manera respetuosa y comprensiva con sus pares y adultos.
  • Estimulación cognitiva: El juego autónomo y el entorno adecuado estimulan la curiosidad y la creatividad, promoviendo el desarrollo cognitivo. Los niños aprenden a resolver problemas y a pensar de manera crítica desde una edad temprana.
  • Mejora en la concentración y la atención: Un entorno ordenado y no sobrecargado de estímulos permite que los niños se concentren mejor en sus actividades, desarrollando una mayor capacidad de atención y concentración.
  • Desarrollo integral: La combinación de un entorno seguro, la libertad de movimiento y una relación afectiva y respetuosa favorece el desarrollo integral del niño, abarcando aspectos físicos, emocionales, sociales y cognitivos.
  • Reducción del estrés y la ansiedad: Un ambiente respetuoso y seguro reduce el estrés y la ansiedad en los niños, ya que saben que sus necesidades serán atendidas y que tienen la libertad de explorar a su propio ritmo.
  • Promoción de un estilo de vida saludable: Al fomentar el movimiento y el juego activo, el método Pikler contribuye a la promoción de un estilo de vida saludable desde la infancia, estableciendo una base sólida para el bienestar físico y mental a lo largo de la vida.

Como puedes ver, el método Pikler ofrece una variedad de beneficios que contribuyen al desarrollo integral y saludable de los niños, preparándolos para enfrentar de manera efectiva los desafíos de su crecimiento y desarrollo continuo.

Explorando los juguetes Pikler

Una parte esencial de este método son los juguetes Pikler para fomentar el juego libre y el desarrollo motor de los niños. Estos juguetes están concebidos para estimular la exploración, la creatividad y el movimiento seguro y autónomo.

Nuestra colección de juguetes Montessori y Pikler ha sido diseñada para ofrecerte las mejores piezas para realizar esta práctica. Además con su diseño, se pueden combinar y usar de diferentes maneras para adaptarse a las necesidades de juego del peque.

Arco Pikler

Este arco de aprendizaje Pikler Arkoo es ideal para el juego, estimulando la creatividad y las habilidades sensoriales del niño. Ayuda a desarrollar el equilibrio y la agilidad del bebé, fomentando su autonomía al permitirle descubrir nuevos movimientos por sí mismo.

Este juguete puede usarse de diferentes maneras. Por ejemplo, como juguetero, arco para escalar o una pequeña cabaña, una mesita para dibujar y en un sofá-balancín para descansar. Además, está disponible en 4 colores diferentes.

Triángulo Pikler

    Al igual que el arco, el triángulo de aprendizaje Triplano es un juguete de estimulación y movimiento libre que permite a los niños desarrollar su psicomotricidad gruesa durante la etapa infantil, trabajando en su equilibrio y coordinación. Disponible en 4 colores diferentes.

    Este triángulo puede combinarse con otros elementos de la misma colección, permitiendo a los niños subir, bajar, trepar y saltar. 

    Rampa Pikler

    La tabla-rampa de escalada Steps tiene dos caras para diferentes actividades. La cara lisa puede usarse como tobogán o rampa para deslizar coches y otros juguetes; o incluso para que el niño aprenda a subir. La cara escalonada cuenta con peldaños que permiten a los niños subir y trepar, usándola como un rocódromo. Este diseño ayuda a desarrollar la psicomotricidad gruesa del bebé y fomenta su autoconocimiento del entorno.

    La rampa es compatible tanto con el arco evolutivo Arkoo como con el triángulo de aprendizaje Triplano.

    Triángulo Pikler con rampa

    El triángulo Pikler se puede combinar con la tabla-rampa, ofreciendo mayor opciones de uso. Podrás colocar la rampa con la parte lisa hacia arriba, para que el niño o niña pueda utilizarlo como tobogán. Por la parte de los peldaños, podrá tener un rocódromo para escalar y para bajar.

    Gimnasio Pikler de madera

    Todos estos juguetes Pikler pueden combinarse entre si para formar un gimnasio Pikler completo, ya que la rampa es compatible con el arco y el triangulo. Fomenta el desarrollo de la agilidad y las habilidades motoras de manera intuitiva y libre.

    Con esta combinación, el peque podrá crear un sinfín de formas. Podrá subir por el triángulo, pasar por encima de la rampa y bajar por el arco. ¡Súper divertido! 

    El consejo de Alondra

    Recomendamos empezar a utilizar estos juguetes a partir del primer año de edad del bebé, ya que es cuando empiezan a andar. Recuerda mantener bajo supervisión al peque para que esté seguro en todo momento y evitar accidentes.

    En definitiva, el enfoque Pikler trata de encontrar un equilibrio entre la protección y la autonomía de los más pequeños para que crezcan felices y seguros en entornos adaptados a sus necesidades. Una relación basada en el respeto a los pequeños y a sus ritmos y necesidades, que no imponga las cosas, sino que haga que fluyan.

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