El espacio informativo es algo asombroso. Vivimos rodeados de miles y miles de historias. Cada una es diferente a su manera pero todas contienen tropos comunes, giros argumentales similares y personajes arquetípicos. Por eso no es de extrañar que poco a poco perdamos el entusiasmo y la emoción leyendo o viendo las historias, experiencias y pasiones que llevan los personajes de tantos libros, juegos o películas. Es la gran tragedia de nuestra maduración personal... Por eso las más valiosas para nosotros son aquellas historias, libros o películas que hicieron una fuerte influencia sobre nosotros en nuestros años de infancia. Los cuentos de hadas que nos leían nuestros papás y mamás, las historias que nosotros mismos creíamos con el poder de nuestra imaginación son, en muchos sentidos, las piedras angulares de nuestra personalidad. Por eso es tan importante ayudar a los niños a conocerse a sí mismos y al mundo a través de cuentos y narraciones y dejar que se expresen mediante la creatividad. Contar su propia historia infantil.
¿Qué es lo que significa? En primer lugar puede significar que el niño necesita las historias adecuadas. Historias que le den en qué pensar y le lleven a algunas conclusiones. Puramente personales y quizá aparentemente insignificantes a los adultos. Pero serán sus primeras conclusiones. Todo lo que vendrá después se superpondrá a la experiencia de estos primeros años. La segunda oportunidad para que el niño descubra su personalidad es proporcionarle materiales creativos que le permitan contar historias basadas en las conclusiones que ha sacado de sus propias experiencias o de las demás. Por supuesto, los materiales pueden ser variados y las historias también.
Recogiendo el cuento: simbolismo y varianza
Seleccionar un cuento no es tan obvio como puede parecer. Normalmente, los padres quieren entretener al niño y, al mismo tiempo, enseñarle algo. Por supuesto, es más interesante que las enseñanzas morales habituales y el niño está mucho más dispuesto a escuchar una historia entretenida que un sermón acalorado sobre el comportamiento correcto. Pero ¿cómo determinar qué historia es adecuada para que el niño la perciba y cómo mantener un equilibrio entre lo "cognitivo" y el interés?
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No seas demasiado condescendiente con los niños. Suelen ser mucho más listos de lo que parecen. No tengas miedo de contar historias difíciles.
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No temas explicar cosas complejas: el amor y la muerte, la amistad y la enemistad. Todas estas cosas van a estar presentes en su vida y es mejor prepararlo de antemano. Un buen ejemplo son los cuentos de hadas como El Principito o la película La Historia Interminable.
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No te enfades porque tu hijo no se dé cuenta inmediatamente de todos los significados del cuento que le cuentas. Si ha impresionado al niño, siempre puede volver a él y descubrir nuevos sub textos en la vieja historia. Esto hará que el cuento perdure en la vida del niño. De acuerdo, es mucho más preferible a los cuentos de una sola capa con una moraleja clara. Sin embargo, estos últimos también son importantes. Con ellos puedes ayudar a explicar al niño el significado de muchos conceptos complejos.
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Intenta no sólo leer el cuento a tu hijo, sino también comentarlo. De este modo, puede ayudarle a desarrollar el razonamiento o a reflexionar sobre aspectos de la historia en los que quizá no haya reparado. Además, no sólo es útil leer cuentos, sino también fomentar la línea narrativa que el niño crea durante el juego ¿Cuál es su relación con sus juguetes? ¿Qué intenta construir con los cubos? Estas y otras muchas preguntas os ayudarán a entender mejor a tu hijo. Con la ayuda de aun aparentemente corrientes juguetes de construcción podrá comprender mejor el mundo interior del niño.
Juguetes y narraciones
¿Qué es jugar para un niño? A veces, es intentar resolver algún rompecabezas, claro. Pero por lo general jugar consiste en crear un mundo nuevo. La realización de una imaginación. Se trata de crear una historia. Pueden ser historias sencillas o complejas. Pueden girar en torno a locas aventuras, reflejar los sentimientos del niño, o una mezcla de todo ello. Ni que decir tiene que un niño necesita materiales para expresarse. Muñecos, constructores y mucho más.
Muñecas, soldados y otros juguetes con forma de seres vivos permitirán al niño establecer una relación con ellos. Se preocupará de verdad por su bienestar y volcará en ellos sus sentimientos. Tanto positivos como negativos. Observando cómo trata el niño a los juguetes, que son esencialmente "seres vivos" en su mente, un padre puede entender cómo se siente el niño respecto a sus compañeros o a los demás en general. Aun si reprime sus sentimientos y emociones, será franco con los juguetes sobre los que siente poder y/o con los cuales siente seguridad en su entorno.
Las historias que el niño creará a través de sus muñecas reflejarán su comprensión de los rituales sociales. Al mismo tiempo no pueden dañar a personas reales. Realmente es estupendo porque así tú y tu hijo siempre tendréis un "terreno social".
Los constructores, las pirámides y los demás de este tipo pueden ser útiles para las historias completamente otras. Son menos verbosos, pero no menos expresivos. A través de ellos, un niño puede expresar simbólicamente sus aspiraciones más profundas, como construir fortalezas para proteger sus límites personales, erigir torres de ambición y mucho más. De hecho, todo lo que el constructor y su imaginación pueden hacer. ¿No es asombroso? El mundo de los juguetes y las historias que encierra detrás son realmente ricos.
Pero, por supuesto, la historia más importante que los juguetes ayudan a descubrir es un niño uno mismo. Sean cuales sean los juguetes que prefiera su niño, siempre podrá encontrar una forma de transmitir las alegrías, los miedos y las esperanzas que aparezcan a medida que crezca. Y los juguetes son algo sin lo cual él puede volverse retraído y puede que su historia nunca llegue a contarse. Cada historia no contada es una oportunidad perdida. Así que esperamos sinceramente que atesore los momentos en que la imaginación de su hijo es tan directa y fructífera. Y esas historias, recuerdos felices y tristes, os apoyarán durante años.
